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lunes, 8 de agosto de 2011

Una marxa molt viva

Gairebé 20.000 persones varen participar dissabte a vespre en la popular caminada del Güell a Lluc a peu

E.P. | 08/08/2011 |

La majoria pogueren completar la marxa sense cap problema.

Gairebé 20.000 persones de totes les edats han participat aquest cap de setmana en la XXXVIII edició de la pujada des del Güell a Lluc a peu, recorrent els 48 quilòmetres que separen la capital balear del monestir més emblemàtic de la serra de Tramuntana. Enguany ha tingut com a principals novetats el comiat del seu precursor i president honorífic del Grup Güell, Tolo Güell, que deixa pas a José Francisco Egea, a més de la distribució dels Passagüell, uns passaports que tindran una durada de cinc anys i que s'han de segellar quan s'hagin complert les diferents etapes del recorregut.

L'ambient que s'hi respirava dissabte a vespre ja feia presagiar que la convocatòria seria un èxit, i tots els participants van acudir a la revetla que es va celebrar a la Plaça Güell, en la qual van actuar DJ dels 40 Principales, així com una escola de ball de saló.

El president del Grup Güell, Pep Egea, que pren el relleu a Tolo Güell, va ser l'amfitrió de l'esdeveniment al qual van acudir representants de l'Ajuntament de Palma, del Consell de Mallorca, del Govern i de les principals empreses patrocinadores, com Última Hora, que fan possible la pujada del de Güell a Lluc a peu.

Tira tira cap amunt

La sortida cap a Lluc es va donar a les 23.00 hores i la marxa va transcórrer amb normalitat durant tota la nit. Els participants pogueren recuperar forces als punts d'avituallament ubicats per l'organització, on eren obsequiats amb menjar i beguda. Així mateix, durant el recorregut segellaren el Passagüell als punts de Palma, Binissalem, Selva i Lluc.

Egea destacà el caràcter "enriquidor" de la marxa i lloà l"l'extraordinari civisme" de la societat mallorquina, que va permetre un any més congregar gairebé 20.000 persones en una peregrinació en la qual "no es va haver de lamentar cap incident".

Un cop finalitzada la marxa, va tenir lloc l'Ofrena a la Mare de Déu de Lluc, a la qual varen assistir el director de Relacions Externes de Sa Nostra, Jordi Mulet; el primer tinent de batle d'Inca, Felip Jerez; i el regidor de Seguretat Ciutadana de Palma, Guillem Navarro, a més de mig centenar de participants de la caminada d'enguany.
Així, es va posar punt final a la XXXVIII edició de la pujada des del Güell a Lluc a peu.

dBalears.cat E.P. | 08/08/2011


Los jóvenes hacen historia en la subida de ´Lluc a peu´

Cerca de 20.000 personas participaron en la tradicional marcha que este año ha cumplido 38 ediciones. Una de las sorpresas fue la gran asistencia de gente joven




Una de las paradas de fruta y agua en el Camí Vell de Lluc que se montaron en distintos puntos del itinerario.
Una de las paradas de fruta y agua en el Camí Vell de Lluc que se montaron en distintos puntos del itinerario. M.Garau

CLAUDIA NIUBÓ. PALMA La tradicional marcha Des Güell a Lluc a peu ha batido récord de participantes en su 38 aniversario. Una celebración que coincidía con varias verbenas de fin de semana, aunque eso no fue un impedimento para animar a cerca de 20.000 personas, en su mayoría jóvenes que por primera vez realizaban una subida histórica. "Ha sido un éxito, una marcha con muy buen rollo", comentó el presidente del Grupo Güell, José Francisco Egea, una vez en Lluc.
A las 21.00 horas miles de participantes se concentraron en la plaza des Güell de Palma –el kilómetro cero de la ruta–, para disfrutar de una revetlla musical, con DJs de los 40 Principales y baile de salón, antes de emprender la ruta. La exalcaldesa de Palma, Catalina Cirer, también se acercó al Güell para asistir al ´sus´ de la salida.
Alrededor de las 23.00 horas, los participantes emprendieron el camino, andando o en bicicleta, hacia Binissalem, la primera etapa del itinerario, que en total recorre 48 kilómetros. Aún faltaba mucho para llegar a Selva y todavía más a las curvas de Lluc, pero todos los marxaires querían conseguir los cuatro sellos del Passagüell correspondientes a todas las etapas. Una novedad de esta edición para dejar constancia del camino recorrido. Los pueblos que cruzaban la marcha les esperaban con agua o fruta para recuperar fuerzas, incluso alguna ambulancia ofreció masajes a los primeros derrotados.

De Selva a Lluc
A las 8.00 horas de la mañana, con el sol entre las montañas de la Serra de Tramuntana, los últimos marxaires se arrastraban desde Selva hacia las curvas "interminables" de Lluc. "Muchos se han quedado aquí, ha sido el punto donde más gente ha vuelto atrás", comentó Ángela Reyes. Ella y dos amigas eran las únicas que continuaban de un grupo de quince que había salido desde Palma. El cansancio de los jóvenes empezó a hacerse más visible una vez en las curvas. Unos, suplicaban a los coches que les llevaran. Otros, se tumbaban en el arcén doloridos y unos pocos seguían ilusionados. Los más preparados –y más mayores– no frenaron la marcha y poco a poco llegaron al Salt de la Bella Dona, cerca del punto más alto de la excursión, para entonces bajar por el Coll de Sa Bataia.
Una vez en Lluc, los participantes recibieron un diploma en honor a su esfuerzo. Para sorpresa de todos, la entrada al pueblo estaba repleta de jóvenes que habían logrado su propósito. "Este año la gente sabía a qué venía", comentó José Francisco Bonache, un peregrino que cumplía seis subidas consecutivas junto a sus compañeros Rafa Polonio, que sumaba catorce, y Eduardo Rodríguez, en su caso dos. Bonache añadió que, en años anteriores, la gente venía con "otros propósitos". Egea informó que en esta 38 edición la media de edad se situó entre los 13 y 19 años. Agotados, los victoriosos se remojaron los pies en la fuente de los jardines y muchos de ellos aprovecharon para echarse una siesta tumbados e incluso sentados en el césped. Sabrina Barrán y Paula Oliva descansaban en la acera celebrando su llegada después de diez horas y media de camino, brindando con una taza de mate. Ellas y tres amigas más procedentes de Argentina y Uruguay se estrenaron este año en la subida. "Muchos de los compañeros que conocimos en la marcha nos abandonaron en Caimari", explicaron. Como ellas, siete chicos palmesanos quisieron hacerse una foto con su diploma una vez arriba. "Hemos llegado a las 7.30 horas", enfatizó uno de ellos, Alejandro Larreal. Aunque no todos los peregrinos que llegaban desprendían tanta alegría y emoción. Hubo a quienes les pudo el cansancio y tuvieron que recorrer a los servicios de urgencia, quienes aseguraron que no hubo ningún incidente grave. Nada más que algunos desmayos fruto del calor y del cansancio. Eso sí, bastantes masajes y, sobre todo, Reflex para calmar el dolor en los pies y las rodillas. Sobre las 10.30 horas, algún rezagado todavía caminaba con ilusión hasta el corazón de la Serra de Tramuntana.

Ofrenda a la Verge
Una de las imágenes más célebres de la subida Des Güell a Lluc a peu es la ofrenda floral a la Mare de Déu de Lluc, que tuvo lugar a las 9.30 horas en el santuario del pueblo. El primer teniente de alcalde de Inca, Felip Jerez, y el concejal de Seguridad Ciudadana de Palma, Guillem Navarro, acompañaron a Egea en la ceremonia que puso punto y final a la 38 edición de la marcha. Tras unas breves oraciones, Egea, "emocionado y nervioso", consideró que la peregrinación de este año fue "muy positiva y enriquecedora" además de manifestar su deseo para que "la esencia mallorquina continúe".